El beso
Definitivamente no corren buenos tiempos para el cariño entre los seres humanos, a los telediarios y programas de corazón me remito.
El otro día, en un partido de fútbol jugado en Brasil allá donde el fútbol es realmente fútbol y no un circo como sucede por estos lares europeos, un jugador hizo una entrada más o menos dura a un contrario. El árbitro se acercó rápidamente al lugar del incidente, silbato en la boca y ademán cierto de instituir algún tipo de ira justiciera. El defensa, el que hizo la entrada para aclararnos, se acercó al árbitro y le dijo cinco explicaciones, cada una de ellas más válida, intuyo, sobre el porqué de aquella acción sobre aquel tipo que se retorcía en el suelo cual loncha de bacon en una plancha de una barbacoa.
Algo le debió hacer gracia al trencilla sobre las explicaciones del aguerrido defensor, porque lejos de fulminar con la mirada como era menester, esbozó una sonrisa. Aquel acto no pasó desapercibido para el infractor que vio cercana su salvación y decidió dar el paso definitivo que consagrase su perdón. Extendió su mano, acarició el papo derecho del señor de negro y en un gesto amorosamente fraternal le besó en la otra mejilla.
El árbitro tomó del brazo a su nuevo amigo y le condujo a un aparte, fuera de las escuchas del resto de jugadores, a la sazón convertidos en cotillas más que en interventores cual suele ser costumbre. El diálogo entre besador y besado fue tierno en apariencia, lleno de sonrisas, semi arrumacos y gestos de comprensión. Pero, ¡ay amigo!, la justicia es la justicia, con cariño y sin cariño. El colegiado llevó su mano el bolsillo del pectoral y sacó la temida tarjeta mostrando la cartulina casi amorosamente a los ojos del atribulado defensor que en ese momento cayó en la cuenta de que aquel último paso había sido realmente el peor. Del perdón había pasado al castigo por un beso.
Los periodistas deportivos, más dados a la testiculina que al ósculo entrevistaron al besador tarjeteado al final del encuentro. El defensa declaró que el árbitro le había mostrado la tarjeta porque, "no se puede besar al árbitro".
He jugado muchos años al fútbol, muchos más he sido espectador y me precio de conocer bien las reglas de la International Board. Prometo solemnemente que la regla ésta del beso prohibido no la he visto en reglamento alguno. Pero en fin, en un deporte que se juega más con las piernas que con la cabeza (y cuando ésta se utiliza es más para golpear), el hecho de que alguien bese ha de ser castigado. Sería un mal ejemplo para los Camachos, Capellos y todos los que defienden el "vencer o morir, por coj*"
Sed felices, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
Lección de Marketing
Estos días que vivimos están llenos de Marketing.
Todo se anuncia, para todo nos bombardean con propuestas que incitan nuestras necesidades, las más básicas, las más internas, las más sórdidas ... todo vale con tal de vender más y más veces (que al fin y al cabo de eso se trata).
Traigo hoy a este rincón una muestra más de tal bombardeo. Aquí, en la foto adjunta, se ve un anuncio que publicó un muchacho en Badalona.
El anuncio es toda una lección de marketing. Indica claramente el producto, su bondad, sus características, precios, público objetivo ("chabale rollao y astenerse menore") y cómo y dónde conseguirlo. Si es que el chico daba su nombre y todo! (eliminado en la foto). Hasta la policía que dicen que no es tonta supo, por el plano, parece ser, dar con el anunciante y proceder a su detención. Dicen que no por las características del producto en sí, sino porque las multinacionales se quedaron asustadas de la nueva competencia.
Sed felices, y hoy con una sonrisa, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
El chaleco
Este país que muchos llaman España tiene entre otras características la pasión que tienen sus habitantes, fundamentalmente masculinos, en lucir con orgullo autoritario gorras y chapas acreditativas.
Tu le pones a cualquiera de nuestros vecinos un indicativo de algo que parezca que concede determinado poder sobre el de enfrente y ya tienes un semi dictador en potencia que mira con gesto serio, tuerce el ademán y encrespa el verbo faltándole poco para ese archifamoso "usted no sabe con quien está hablando" o su necesario corolario "un respeto a la autoridad".
Yo creo que con un afán democrático, la DGT obligó hace unos meses a todos los que nos sentamos al volante a llevar como complemento necesario y circunstancial un chaleco reflectante, normalmente amarillo.
Será que cuando te interesa te fijas mucho más que si te pasa desapercibido (una amiga mía embarazada me contaba que durante esos 9 meses tuvo la impresión de que toda la humanidad se había solidarizado con su causa), pero el caso es que desde ese día !la proliferación de individuos luciendo el chalequito de marras es tremenda!.
Se lo ponen los conductores cuando salen a pasear, los policías para todo, los que cuidan los árboles, los que ponen los conos, los que saludan a los que pasean, ¡que se yo!. Si es que sales de casa y si no llevas el chalequito todo el mundo te mira extraño.
Fijaos, fijaos. Contad cuantas personas veis cada día con el chalequito amarillo reflectante y os daréis cuenta de que los que salimos a la calle con el chandal de toda la vida, estamos siendo abducidos como las abejas del otro día!!!
Sed felices, nunca cejéis en ese intento aunque no uséis el chaleco.
Mistery.
Armas letales
Michael Moore entra en una entidad bancaria en una zona residencial de una ciudad cualquiera de USA. Abre una cuenta corriente. No se lleva una cubertería, que sería lo suyo. Se lleva un arma de fuego con su munición y todo lista para disparar. Es la oferta de la semana. Pública y a la cara de todo el mundo. Es más, es todo un éxito de ventas.
Así empieza Bowling for Columbine un excelente documental que llegó a las nominaciones para el Oscar en Hollywood, documental que narra y analiza los hechos acaecidos hace ahora 7 años en un instituto americano.
Esta misma semana, nada nuevo cuento aquí, un chico coreano, cabeza descarriada y armas en ristre irrumpe en la prestigiosa universidad de Virginia Tech y en dos pavorosos actos (introducción y desenlace) acaba con la vida de 32 personas. En el intermedio se graba a si mismo en una cámara de video blandiendo las dos pistolas y lanzando al mundo siniestros mensajes que mezclan odio y fanatismo.
Vale. El mundo tiene un punto de violencia y de angustia que es incontrolable. Locos peligrosos así los ha habido desde que Caín tuvo su quítame allá esas ovejas con Abel y mientras la Playstation nos enseñe que obtienes bonus por matar 'malos' mientras haces piruetas poco haremos para evitar su proliferación. Pero no quiero centrar mi blog de hoy en cuestiones educacionales o en el impacto de la violencia audiovisual evidente en la salud mental de todos. No. Me quiero centrar en el tema de las armas y su facilidad de obtención.
Como decía al principio, en USA, conseguir un arma no es que sea fácil, no, es que es considerado UN DERECHO (y lo escribo con mayúsculas porque para ellos un derecho así es algo mayúsculo). Un americano tiene derecho a defenderse y como tal, a portar un arma. El sindicato del rifle, dirigido por Charlton Heston (ya se podía haber quedado en el planeta de los simios, ¿verdad?) es tan poderoso que ni siquiera la Hacienda americana se atreve con ellos. La mezcla es peligrosa, poder y tradición unidos para llenar de plomo la sociedad.
Cualquier europeo (por poner un caso) en su sano juicio ante lo que sucedió ayer daría con una receta para evitar que hechos como el de Virginia volviesen a suceder. Restringir el acceso a las armas lo más posible.
Cuando sucedió lo de Columbine una hermana de uno de los muertos consiguió una sentencia judicial que la dejó plenamente satisfecha..se supone que era lo mejor para mitigar el dolor por la pérdida de su ser querido... consiguió que... todo el mundo pudiera llevar encima un arma para poder defenderse si un loco volvía a atacar. Ese mismo derecho, el de poder llevar encima el arma en clase era reivindicado por unos cuantos delante de una cámara de televisión al día siguiente en Virginia.
Sinceramente no encuentro palabras para expresar mis sentimientos ante esa reacción. Así que dejaré sea autoexplicativo el tema.
En Cataluña desgraciadamente , y cada vez en más sitios en el resto de España, están proliferando atracos con violencia. La tentación de armarse en casa es fuerte, pero la solución no pasa por ahí. La solución pasaría, en primer lugar, claro, porque estas cosas no pasasen (eso de más vale prevenir) pero quien ha de resolver el tema es quien está preparado para ello, no quien no sabe hacerlo.
Sed felices, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
Saber ganar, saber perder
Lo bueno que tiene ser de un equipo como el Rácing es que las victorias saben a gloria y las derrotas se aceptan como son, simples derrotas, probablemente porque son la costumbre.
Cuando empieza una temporada ya sabes que los trencillas (iba a decir que los señores de negro, pero es que ya ni van de ese color) van a quitarte más que a darte. No porque te tengan manía, que no, sino porque la valentía se demuestra más fácilmente frente al débil y claro, una jugada dudosa invita a utilizar el silbato si el perjudicado vive en Santander de una forma mucho más fácil que si tiene el vestuario en La Castellana.
Naturalmente viene todo esto a cuento del partido del Sábado pasado. Resulta que al Rácing le dio por ganar al Madrid y para hacerlo se apoyó en algunas decisiones, digámoslo suavemente, discutibles del señor del silbato. Realmente nada nuevo bajo el sol. El beneficiado sonríe y no intenta sacar mucho pecho y el perjudicado se cabrea, grita un poquito y a otra cosa mariposa.
Pero ¡ay amigo!. En este caso el perjudicado es el Real Madrid. Bueno, para ser más exactos, los madridistas. El árbitro ha recibido más de 50 llamadas ayer en su casa. Amenazas de muerte. Claro que un periódico deportivo abría su edición con una diana, el árbitro dentro de ella y un titular que decía "A por él". Algunos siguen a sus periodistas favoritos allá donde les digan. A una escala menor pero más cercana, ayer en mi trabajo tuve que soportar unas cuantas diatribas de merengues tensos que poco menos me acusaban de robar su liga justamente ganada en vaya usted a saber donde. Claro, lo que al principio era simple alegría por mi parte se acabó convirtiendo en reivindicativa chulería.. ¡No tenía ni idea de lo orgásmico que es ganar como siempre ganais vosotros!, tuve que acabar semigritando como simple método de defensa.
Hay quien no sabe ganar. Normalmente quien no sabe ganar, tampoco sabe perder. Realmente lo que no saben es competir y al final de eso se trata. De competir y saber hacerlo.
Y tonto de mi voy y asocio y recuerdo las actitudes de hace unos 7 años cuando unos ganaron una mayoría absoluta y cuatro años más tarde perdieron unas elecciones. Mi modesta opinión es que no supieron ganar ni supieron perder. Paralelismos que le vienen a uno a la cabeza.
Sed felices, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
¿Caridad mal entendida?
Durante estos últimos días se ha generado una interesante polémica en un barrio de Madrid, Entrevías.
En ese barrio, bastante pobre, hay una parroquia llamada San Carlos Borromeo (curioso que el único santo banquero de la historia se haya afincado en ese barrio, pero en fin).
Los párrocos de esa iglesia han venido realizando una labor caritativa y social de cierto calado durante estos últimos años. Se ayuda a muchas personas, se da cobijo y alimento y lo que es más, todo se realiza con esfuerzo particular y mucha implicación personal de los antes mencionados curas (se da la circunstancia de que uno tiene alojadas a más de 7 personas en su propia casa).
Desde esa perspectiva la labor realizada no sólo merece elogios sino el calificativo de excelente y sobre eso nadie duda. Sin embargo los párrocos han cometido un error aparentemente de libro. Su forma de entender la religión católica es particular. Muy próxima a las formas de los seguidores de la teología de la liberación (tampoco es de extrañar ya que Entrevías en algunos aspectos puede que no esté tan lejos del tercer mundo). La comunión se imparte con pan normal, las celebraciones religiosas no son misas sino fiestas de integración personal y los mandamientos de la Santa Madre quedan un poco en segundo plano.
Claro, la Conferencia Episcopal ha tomado cartas en el asunto e inteligentes ellos (se les puede criticar muchas cosas, pero la inteligencia, que no sus fines, no) han declarado que quieren cerrar la parroquia y abrir un centro de Cáritas. La propuesta es clara: Si lo que se hace ahí es caridad, Caritas es el vehículo, pero una parroquia católico está para dar servicio religioso católico y no para hacer religión como a los párrocos les venga en gana.
Dicho desde esa perspectiva no me queda más remedio que dar la razón a los Obispos. Allá cada uno con sus instalaciones y el servicio y el destino que les quiera dar. Sin embargo el poso y el sabor que deja es amargo, muy amargo. Una demostración de que una organización religiosa podía hacer mucho por los marginados, que se había implicado hasta el corvejón para quizás no resolver los problemas pero si para aliviarlos se va al garete por un quítame allá de las formas. Muchas veces el fin justifica los medios y en este caso, una vez más, los símbolos externos, la obediencia a unas reglas trasnochadas, han dado al traste con una labor que era del todo punto encomiable. Estoy convencido de que esos párrocos, vestidos con toga protestante tendrían el mismo predicamento fueran cuales fuesen sus credos.
Para una vez que había un bien se genera una polémica. Se sigue sumando en la cuenta de la bunquerización de lo que se ha denominado raíz cristiana europea (y quieren ponerla en la Constitución Eeuropea!!!!)
Sed felices, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
Ilusión
¿Cómo no mentar lo que pasa con mi Racing?
Para los que somos de este equipo de toda la vida (que le hemos conocido hasta en tercera división), lo que nos pasa este año es entre especial e insospechado. Cerca de Europa, protagonizando partidos épicos y portadas de diarios nacionales. Como para no creerlo, vamos.
Se palpa entre los aficionados la ilusión. Eso es evidente. Sin embargo será interesante descubrir cómo se comportarán tanto el equipo como la afición a partir de estos momentos.
Hasta el Domingo pasado, aún a pesar de posición tan alta en la clasificación, el objetivo era el mismo de siempre; no descender de categoría; y a eso iban destinados todos los esfuerzos y concentraciones. Una vez conseguido el objetivo, teniendo cerca uno de rango mucho más grande pero no, digámoslo así, presupuestado llega el momento de medir la hipotética grandeza de todos.
Sucede muchas veces con nuestra vida. De repente empiezan a irnos bien las cosas. Incluso mejor de lo esperado. Y cuando es el momento de quizás aprovechar esa buena racha nos entra el vértigo del avance, cercenamos la ilusión y recogemos velas por si acaso luego vienen mal dadas. Probablemente, al recoger esas velas estamos llamando a la tormenta. Por supuesto que muchos me dirán que Icaro se acercó demasiado al sol y que cayó por ese motivo. La respuesta es clara: Si Icaro no hubiese volado jamás habría pasado a la historia.
Jugar con la ilusión. Aprovechar tus momentos. No tener miedo al fracaso. Quizás por ahí vengan muchas de las claves de una vida mejor. Cuando tengan que venir mal dadas, que vengan, pero si la carta juega a nuestro lado, hay que ir a por ello.
El Racing no se si estará en Europa el año que viene, pero disfruto del momento. Creo que ese es el justo premio.
Sed felices, nunca cejeis en ese intento.
Mistery.
