26 septiembre, 2006

Cibeles, anorexias, modelos

Hablo con una amiga angustiada. Su hija no come y no hay forma humana ni médica de sacarla del marasmo. La excusa que ella, la hija, indica, es que se ha enamorado de su profesor y el caballero, juicioso y cabal en este caso, no le hace ni pastelero caso.

Paralelamente la pasarela Cibeles 'expulsa' a varias chicas de sus escaparates ya que no tienen el índica de masa corporal requerido. Son espectros andantes y desde mi perspectiva masculina, siempre interesante de contrastar cuando de cuerpos femeninos se trata, poco o nada atractivas.

Así como el otro día exalté desde esta atalaya que me he buscado a mi mismo a esa mujer moderna que supera su aparente primer fracaso matrimonial y sale a la vida dispuesto a comerse el mundo, ahora critico el exceso de modelos referentes que muchas mujeres tienen. A mi modo de ver no es cuestión de una referencia estética, "la moda" sino una cierta falta de seguridad en tus propias fuerzas y en tu capacidad de vivir tu vida superando las miradas críticas de los demás.

Las jóvenes de hoy en día, o al menos las que puedo conocer, son demasiado calcos las unas de las otras. Cuando viajas por el mundo, ves en todas las zonas comerciales las mismas tiendas, las mismas Zaras, DKNY y demás y ves también las mismas chicas con las mismas ropas y las mismas actitudes. Las anorexias podrían tener su punto de partida ahí y lo dice un pobre ignorante de todas estas cosas.

Muchos empezamos a fumar porque el tiparraco aquel de Marlboro extraía suspiros de admiración de las mozuelas que nos acompañaban en el cine y aprendimos luego que aquello de echar humo por la boca no era bueno. Enseñemos a nuestros jóvenes que la felicidad no está en el uniforme sino en la vida en sí misma.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.

22 septiembre, 2006

Comunidad vecinos y socios

Recuerdo como uno de los períodos más convulsos de mi vida mi época de señor Cuesta, digo, mi época de Presidente de ésta nuestra Comunidad, digo, Presidente de la Comunidad de vecinos.

La Comunidad de vecinos saca de nosotros lo peor en forma de instintos básicos no precisamente sexuales. Compartir espacios comunes que afectan directamente a lo que es tuyo e íntimo es complejo. Las envidias están a la orden del día, la solidaridad es tan escasa que más que un bien preciado es una lacra, no vaya a ser que nos infecte y siempre, siempre hay un vecino odiado que seguramente mató a Manolete, tiene relación con ETA o Al Qaeda (ya no se sabe en estos días con quien) y que algún días nos dará algún disgusto (dice siempre eso la señora que vive en todas las Comunidades de recta virtud, mirilla amplia, boca incontenible y secretos inconfesables)

Resulta que todos vivimos en una Comunidad, la europea. Cuando llegamos al edificio todo fueron parabienes y alegrías. Intuyo que los fabricantes de productos europeos estaban encantados con el nuevo mercado de españolitos dispuestos a comprar que se les ofrecía sin aranceles aduaneros. Con el paso del tiempo se nos ha exigido modificar nuestras estructuras, renunciar a determinados procesos productivos, hacer reconversiones durísimas y, no seamos injustos, a cambio hemos recibido mucho, que no está nada mal.

Sin embargo, eso de ser el vecino del sur, el del bajo para entendernos, siempre ha sido complejo. Cuando en Alemania los ríos se salieron de sus cauces, gritaron voces desesperadas reclamando ayuda, ayuda que llegó solidaria desde toda Europa españolitos incluidos.

Canarias sufre, se desborda, lo pasa fatal siendo como es cancerbero de una puerta incontenible. España pide ayuda a sus vecinos y socios de la Comunidad. La respuesta, dura inacpetable es la de un vecino del tercero : " No se van a hundir por 20.000 inmigrantes de nada".

Quizás algún día vuelvan a tener una inundación. Quizás ese día les demostremos que no todos los vecinos somos así.

Sed felices. Nunca cejeis en ese intento.

Mistery

21 septiembre, 2006

Mujeres 35

Valve, vale, ya vuelvo. Ha sido un periodo largo de cierre editorial en el que me he dedicado a asuntos varios, más o menos confesables (por lo tanto no confesaré ninguno a no ser que me torturen, se admiten voluntarias fundamentalmente).

Ultimamente me encuentro cada vez más con lo que yo llamo a título muy particular, "mujeres 35".

Mujeres que acaban de separarse/divorciarse. Que han descubierto que lo suyo probablemente no lo unió Dios pero que el hombre sí que lo separó. Que han aprendido que la vida no es como nos la pintaron, que los caminos de rosas sólo salen en las películas pero que a su vez los mejores placeres estaban en las zonas prohibidas de la educación que recibieron.

La soledad suele curtir. Hace que te vuelvas más desconfiado y maniático, si, pero que aprendas a quererte más y a saber lo que realmente quieres y a exigirlo.

Hoy, esas mujeres 35 salen a la calle con esa lección aprendida y están cada vez más presentes en cada vez más ámbitos. Un nuevo reto para el pobre hombre moderno, que fue educado para ser el rey vago de la sociedad y cada día se encuentra más en un mundo en el que nada se te da por añadidura y en el que hay que mojarse y mucho el culo para conseguir peces.

Me gustan las mujeres 35, harán el mundo mucho mejor

Sed felices, nunca cejeis en ese intento

Mistery.