22 septiembre, 2006

Comunidad vecinos y socios

Recuerdo como uno de los períodos más convulsos de mi vida mi época de señor Cuesta, digo, mi época de Presidente de ésta nuestra Comunidad, digo, Presidente de la Comunidad de vecinos.

La Comunidad de vecinos saca de nosotros lo peor en forma de instintos básicos no precisamente sexuales. Compartir espacios comunes que afectan directamente a lo que es tuyo e íntimo es complejo. Las envidias están a la orden del día, la solidaridad es tan escasa que más que un bien preciado es una lacra, no vaya a ser que nos infecte y siempre, siempre hay un vecino odiado que seguramente mató a Manolete, tiene relación con ETA o Al Qaeda (ya no se sabe en estos días con quien) y que algún días nos dará algún disgusto (dice siempre eso la señora que vive en todas las Comunidades de recta virtud, mirilla amplia, boca incontenible y secretos inconfesables)

Resulta que todos vivimos en una Comunidad, la europea. Cuando llegamos al edificio todo fueron parabienes y alegrías. Intuyo que los fabricantes de productos europeos estaban encantados con el nuevo mercado de españolitos dispuestos a comprar que se les ofrecía sin aranceles aduaneros. Con el paso del tiempo se nos ha exigido modificar nuestras estructuras, renunciar a determinados procesos productivos, hacer reconversiones durísimas y, no seamos injustos, a cambio hemos recibido mucho, que no está nada mal.

Sin embargo, eso de ser el vecino del sur, el del bajo para entendernos, siempre ha sido complejo. Cuando en Alemania los ríos se salieron de sus cauces, gritaron voces desesperadas reclamando ayuda, ayuda que llegó solidaria desde toda Europa españolitos incluidos.

Canarias sufre, se desborda, lo pasa fatal siendo como es cancerbero de una puerta incontenible. España pide ayuda a sus vecinos y socios de la Comunidad. La respuesta, dura inacpetable es la de un vecino del tercero : " No se van a hundir por 20.000 inmigrantes de nada".

Quizás algún día vuelvan a tener una inundación. Quizás ese día les demostremos que no todos los vecinos somos así.

Sed felices. Nunca cejeis en ese intento.

Mistery

1 Comments:

At 1:27 p. m., Anonymous Anónimo said...

Querido Mistery, en españa tenemos una boca grande, de esas que no criban a la hora de apostillar, sin embargo el corazón no lo tenemos helado como los centroeuropeos. ¡Bendito sol español!.
Besos cariñosos de Lara/Lo. Sr.Cuesta.

 

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