09 enero, 2007

Atasco en el mar

Si hay dos tipos de buque extremadamente peligrosos navegando por los siete mares son los petroleros y los submarinos nucleares (¡ay!, ¡tiempos aquellos en que los peligrosos eran los buques pirata de patapalo!).

Pues bien, hace unos días, en el estrecho de Ormuz, una de las zonas de mayor atasco de barcos del mundo (si es que los estrechos son así, delgaditos, que en su propia palabra llevan su castigo), un petrolero japonés y un submarino nuclear yanquee tuvieron un quítame-allá de cubiertas y se dieron un ñeque.

Estas cosas de desastre son siempre así. Todo empieza con un breve comunicado que para nada alarma. "Un petrolero japonés y un submarino nuclear americano tuvieron un ligero choque sin importancia en el estrecho de Ormuz". Claro, uno piensa que si la cosa no tuviera importancia, ¿para qué la iban a comunicar?.

Las siguientes noticias ya empiezan a decir que el petrolero ha sufrido algunos daños, pero que la pérdida de crudo ha sido mínima. Los americanos dicen que algún problemilla hay, pero que ya lo irán diciendo.

Vamos, que visto desde lejos y sin tener ni pajolera idea, la cosa pinta que el petrolero ha sufrido serios daño y que el submarino alguna pérdida ha tenido (y en Gibraltar bien saben lo que son las "pequeñas pérdidas" de estos cacharros a cuenta del Tireless o Tirolés que decían los gaditanos con su gracia particular).

Los mares ya son autopistas, pobladas por barcos peligrosos y las normativas de navegación y de publicación son obviadas con demasiada frecuencia como par no darnos cuenta que los petroleros y los submarinos nucleares no deberían verse jamás las caras, digo, las cubiertas.

Ojalá que este blog de hoy sea una falsísima alarma.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.

1 Comments:

At 10:11 a. m., Anonymous Anónimo said...

Querido Mistery,
¿ Falsa alarma ?, como bién dices, ojalá, pero no sé porqué pinta muy mal la cosa y suena como lo de los hilillos del "Prestige", que menuda suerte tuvimos de que sólo eran hilillos, ¿no?.

Si es que a día de hoy estamos rodeados, por tierra, mar y aire ya no queda espacio no contaminado-
Pero no nos preocupemos, que si es el "Gran jefe blanco" el que ha de tranquilizarnos con sus palabras, después debería ir a confesarse al modo antiguo: "padre, he pecado de palabra, obra y omisión..." Y digo yo, que sería mejor que puestos a hacerlo lo haga sólo de omisión, que tendrá menos consecuencias...

Espero como tú, que sea una falsa alarma.

Besos mil.

 

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