23 noviembre, 2006

Autoridad, poder

¡Un respeto a la autoridad!

Esta frase más que decirse, se ladraba tiempo ha cuando alguien, casi siempre ataviado con un uniforme, exigía reconocimiento a sus facultades y obediencia completa a sus decisiones, fuesen éstas arbitrarias o no.

Siempre se ha mezclado en esta vida el poder con la autoridad. Mientras el primero viene conferido por un cargo la segunda emana de las propias personas. Mientras el primero se impone el segundo se respeta casi por consenso de ambas partes.

Claro; lo deseable es ejercer lo primero, el poder, en base a las grandes ventajas que ofrece la segunda, la autoridad, y por eso se reclama obediencia llamando a la dama cuando el que trabaja es el caballero.

Viene a cuento toda esta retahila de disquisiciones a cuento de una entrevista que he escuchado esta mañana en la radio al respecto de la alarmante situación, aparentemente actual tan sólo, que viven los profesores agobiados y atacados por sus alumnos.

Una señora, representante de una asociación de profesores, hacía un más que excelente análisis del tema. El problema, según ella, está realmente en la no aceptación por parte de los alumnos de la autoridad innata que un maestro ha de tener frente a sus alumnos. Teóricamente un alumno cuando acude a un aula lo hace dispuesto a aprender de su maestro, que es el que sabe y acepta que el que sabe tiene autoridad para dirigir el tema (su parte del consenso indicado más arriba del blog). Hoy en día, cada vez más por desgracia, los alumnos no aceptan esa autoridad, buscan los límites (los adolescentes siempre buscan los límites para reafirmarse) y sobrepasan fronteras que antaño eran cuasi impensables.

Violencia y enfrentamiento siempre ha habido en los colegios. Siempre ha habido tensión alumno - profesor. Siempre ha habido más poder que autoridad, pero siempre, también, ha existido un punto final de aceptación de que un maestro es un maestro.

Cada vez más nuestra sociedad pierde determinados valores éticos que ponen en peligro determinadas normas de convivencia. Del maestro de la Lengua de las Mariposas al Securata de la entrada a los institutos americanos (con sus escáneres y todo) hay pocas agresiones más y ese día nuestra sociedad habrá renunciado a un espacio más de autoridad para cedérselo al poder.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.

3 Comments:

At 11:48 a. m., Anonymous Anónimo said...

Querido Mistery,
Si se me permite y no te molesta, yo añadiría algo hoy a tu artículo...
Autoridad, poder y ... RESPETO.

En mi modesta opinión la gran mayoría de los problemas que tienen nuestros adolescentes (además de adolecer, evidentemente) vienen dados por la falta de respeto.
Y eso es algo de lo que probablemente todos somos en parte responsables, ya que a la primera de cambio, cuándo un niño se queja de un maestro, para allá que salen disparados los padres a cantarle las cuarenta, por que a los niños no se les puede negar nada hoy en día... y menos aún cuestionar sus afirmaciones.
Esto evidentemente ayuda poco a que el niño en cuestión valore o respete al profesor.

Recuerdo que cuándo yo iba al colegio y un profesor me daba con un libro en la cabeza, ni se me ocurría decir nada en casa, porque lo más seguro es que de entrada me diesen una colleja. Y de salida si me quejaba del profesor en cuestión la respuesta tipo era :
"Alguna cosa habrás hecho"

Igualito que ahora vamos...

¿Cuándo va a enseñarnos alguien donde se encuentra el famoso punto intermedio?

Pido disculpas al propietario del blog por haberme extendido tanto, y abusar de su benevolencia, jajaja
pero sepa Ud. que cuenta con mi respeto.

Besos mil.

 
At 4:09 p. m., Blogger Ruinas y Deseos said...

Poco más que añadir a tan elocuente disquisición por ambas partes. Yo solo me planteo una pregunta. Mas que pregunta debe de ser una afirmación.
Creo que nuestros hijos no aceptan la autoridad porque nosotros, consciente (algunos) o inconscientemente (la mayoria) les emos inoculado esa reveldía contra al autoridad y el poder.
últimos coletazos en la memoria han de tener la culpa. La palmeta en los dedos y el padrenuestro antes de iniciar la clase.
Buceo en mi memoria y todavia me enerva el recuerdo de mi profe de matématicas.
Besos y Abrazos.
Con cariño de LO.

 
At 4:11 p. m., Blogger Ruinas y Deseos said...

Pufff. me comí la h de hemos.
(Si me viera mi profe de Lengua)
jejeje.

 

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