09 septiembre, 2008

Paraguas negros

En un pueblo del norte, de ese norte apegado a sus lecturas históricas, ayer hubo un desfile que conmemora la victoria contra el enemigo invasor (en este caso francés). Unos de los grupos que desfiló era mixto. Compuesto por hombres y mujeres. Quienes están en contra de esa mezcla dispusieron un recibimiento compuesto por paraguas negros extendidos. Muestra clara de rechazo o incluso amenaza física soterrada (que en aquellos sitios esas cosas no son moco de pavo).

Llevamos varios años con la misma polémica. Parece ser que entre los vencedores de aquella lid no había mujeres o al menos no había mujeres que merecieran la reseña por parte de quienes escribieron aquella historia. Los que ahora leen, me equivoco, los que ahora escuchan cómo leen aquella historia quienes están realmente interesados en hacer lecturas parciales, niegan el derecho de las mujeres a desfilar en las conmemoraciones.

Las mujeres eran en aquella época cantineras, ¿qué derecho tienen ahora a festejar tan magna victoria?.

No quiero dar a esto una lectura sexista. No. Es demasiado fácil. Le quiero dar un sentido sobre cómo se lee la historia. Sobre cómo unos botarates quieren reescribir el pasado para interpretar el presente y manipular el futuro. 

Dicen que la historia está para aprender de sus errores. Es falso. La historia, casi siempre una historia de horror más que de error, es el mejor argumento para seguir insistiendo en los mismos horrores y reiterar idénticos errores.

Por favor. No más hechos diferenciales. Con lo interesante que es encontrar lo que unos une, por qué vivimos empeñados en señalar lo que nos separa?.

Sed felices. Nunca cejeis en ese intento.

Mistery.