22 mayo, 2007

Fondos de riesgo, riesgo de fondo

(Tras una temporadita de viajero allende los mares retomo mi columna. Espero que alguien se haya acordado de que este mundo existe jejeje)

La columna de hoy va a ser económica y por lo tanto, paradójicamente, social.

Se está produciendo un fenómeno que, a pesar de pasar bastante desapercibido, puede cambiar bastante nuestra forma de entender la economía y las empresas. Se trata de la irrupción de los fondos de riesgo en el accionariado de las grandes empresas.

Un fondo de riesgo es un capital aportado por varias personas, incluso puede cotizar en si mismo en bolsa, cuyo fin es comprar acciones en empresas de riesgo, normalmente empresas jóvenes, y por lo tanto buscando altas rentabilidades, consecuentemente también, al ser la apuesta más arriesgada, con mayores papeletas para darse la bofetada en algunas de sus inversiones.

Cuando una empresa acaba de nacer y necesita socios capitalistas normalmente acude a estos fondos de riesgo. Es un poco como la vieja mafia. Ellos te dan el capital para montar tu idea y te piden a cambio que ganes mucho más dinero de lo que se le suele pedir a una empresa normal (vamos, altos tipos de interés). Si la cosa sale mal, pues a por otra cosa mariposa (en eso no son como la mafia que te cortaba los pies, en eso salimos ganando). Los jóvenes empresarios suelen vivir el agobio permanente no sólo de sacar adelante su nueva empresa sino de pagar los réditos exigidos por sus presionantes compañeros de viaje.

No me parece mal eso, no. Quien necesita dinero cuando no hay confianza tiene que pasar por esas penurias y así éstá montado el cotarro. La novedad de los fondos de riesgo ahora mismo es que se están acercando a las grandes empresas y por ejemplo ya han presentado oferta para comprar BP o Iberia.

Y ahí la cosa tiene más miga. Un fondo de riesgo es por definición un elemento de corto plazo, que exige una máxima rentabilidad, que sangra los recursos de las compañías y que no cree per se ni en la idea de la empresa ni mucho menos en su supervivencia de futuro. Se diría que son como sanguijuelas que entran en el organismo, sacan la sangre y cuando tienen lo que quieren venden todo lo que necesitan y se largan a su siguiente presa. Si eso empieza a ocurrir con las grandes empresas, auguro males importantes para el tejido económico de los paises.

Malos tiempos para un capitalismo que hace tiempo dejó de conocer fronteras, que huye de regulaciones de anti competencia o de tratos humanitarios o sindicales (los dueños de Delphi, la empresa que va a cerrar en Cadiz son ... efectivamente, un fondo de riesgo). Del empresario comprometido con su empresa y su idea (y mira que esos eran los paladines del capitalismo) estamos pasando a los financieros que exprimen las ideas de los demás para obtener sus propios jugos.

Que vivan las mercerías!!!!

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.

2 Comments:

At 6:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

Querido Mistery,

Todo y que como sabes ando retirada del universo blogger, no me resisto a la tentación de husmear por aquí de vez en cuando...

Malos tiempos para la lírica... si señor!!!

Pero yo no quiero pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor y prefiero apostar por aquello de que "hoy puede ser un gran día".

Y no adquieras mis malas costumbres... o lo que es lo mismo escríbenos más que se te encuentra a faltar.

Besos mil.

 
At 6:12 p. m., Anonymous Anónimo said...

Suscribo las últimas palabras de pícoraviborita...yo también te echo de menos!

 

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