08 mayo, 2007

El caso irlandés

¿Alguien se podría imaginar un gobierno de Euskadi compuesto por Mayor Oreja y por Otegi?.

Pues bien. El gobierno del Ulster que se pone en marcha hoy tiene a sus homónimos irlandeses (el líder de los protestantes más recalcitrantes y un ex-dirigente del IRA) en el mismo.

Han pasado 9 años desde los acuerdos de Stormont que dieron paso al larguísimo y aún inconcluso proceso de paz en Irlanda del Norte. Ha habido arreones y parones. Bombas, algún muerto, y supresiones temporales de la autonomía, pero hoy es un día auténticamente espectacular.

Es inevitable establecer paralelismos entre Irlanda y el País Vasco. Por supuesto que establecer semejanzas ayuda a conocer las diferencias y tratar de mimetizar no sería más que un craso error. Pero la enseñanza está ahí. Si dos líderes que han dirigido bandos contrarios manchados con sangre en sus manos son capaces de sentarse en una misma mesa de gobierno creo sinceramente que se abren puertas maravillosas de esperanza.

A ver; no me quiero engañar. La situación actual del proceso en España es mala por no decir pésima. Todos han confundido un proceso de paz con una carrera por el voto en la que todo vale. Algunos incluso y por tremenda desgracia, utilizan la supuesta tregua para rearmarse, tomar el aire que habían perdido y reorganizarse para estar mejor dispuestos para volver a matar.

Tengo claro que lo primero que hay que hacer es desterrar la violencia, eliminarla de la ecuación de forma inequívoca, y cuando digo violencia me refiero a toda la violencia, la explícita de las armas y la sibilina de la amenaza venga ésta de donde venga.

Tengo claro que mucha gente en Euskadi quiere la independencia del estado español. No comparto para nada su teoría, pero la democracia es eso, que todas las ideas tengan su cabida e incluso en caso de triunfar su capacidad de ser llevadas a cabo. Si no dejas espacio a una idea la acabas convirtiendo en bandera de los supuestamente oprimidos y ya se sabe que nada hay que más 'mole' a un político mediocre que una soflama victimista para aunar tras de sí a los que no tienen muchas ideas propias.

Tengo claro que nos queda mucho y que con toda probabilidad ninguno de los que están ahora serán los que estén el día en que toda esta locura acabe, pero es necesario que acabe. Paren las pistolas, paren los gritos, paren las amenazas, paren las venganzas y paren las conspiraciones. Hay que hablar bajito y con amplitud de miras y quizás algún día veamos a un lehendakari del PP con un vicelehendakari de la izquierda independentista a su lado. Por soñar, que no quede.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.

1 Comments:

At 7:39 a. m., Anonymous Anónimo said...

Querido Mistery,
Estoy contigo!!! Y creo que has dicho algo que quizás es la clave del meollo..."amplitud de miras".
Que da la sensación que hay quien de tanto mirarse el ombligo, ha perdido la capacidad de levantar la cabeza para tener una visión amplia de las cosas.

Y gente de este tipo la hay de todos los colores, tendencias y a ambos lados de el problema...

¿Será que involucionan?...

Yo intentaré seguir tu consejo y no cejaré en el intento de ser feliz...

Feliz semana!!!

Besos mil.

 

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