18 abril, 2006

Violencia

Un niño aparece en una filmación de video casero. Tiene un Kalashnikov en la mano, un pañuelo en la cabeza y habla frente a la cámara anunciando que va a morir por su patria. Si no fuera porque minutos más tarde hizo realidad su amenaza y mató a muchas personas por el camino, la imagen podría ser entre patétetica e incluso cómica.

Unas mujeres histéricas (plañideras decíamos en mis tiempos) gritan su dolor por el niño muerto. El niño es el mismo que aparece en el video anterior. Horas más tarde las mismas mujeres lloran no por el niño muerto sino por los muertos reales provocados por los bombardeos israelíes como represalia por lo que el niño ha provocado. Pocos kilómetros más allá, en otro mundo separado por una valla, otras mujeres igual de histéricas lloran por los muertos provocados por el niño y piden venganza y más muerte y más destrucción.

Dos hermanos discuten, vaya usted a saber por qué (parece que es de droga), la discusión alcanza niveles elevados y como resultado un hermano muere acuchillado por el otro. La rama política del muerto clama venganza y anuncia que no será la última sangre derramada. Sucedió en Madrid, tan cerca de nosotros tan lejos de nuestro entendimiento.

Un dirigente iraní mira desafiante a una cámara. Si los americanos nos bombardean a cuenta de nuestro programa nuclear, tenemos un ejército de 40.000 personas dispuestas a suicidarse provocando atentados peores que los de Londres, Madrid o Nueva York. Condoleeza repasa planes, mapas, bombas y aviones, los americanos afilan sus armas renovadas, esas que ellos llaman inteligentes.

Tan sólo he leido tres páginas del periódico. La violencia nos rodea. La violencia nos es inculcada y es utilizada para manipularnos a partir de nuestros instintos más básicos (no de los que nos gustan por desgracia). Si leo tres páginas más del periódico puedo ver claramente las consecuencias de todo ello. Dolor, muerte, destrucción, pobreza, hambre.

¿Tan ciegos estamos?.

Miro a la ventana y veo un día radiante. Veo personas que piensan en sus vidas, en intentar ser felices y a los que la violencia les espanta e incluso la esquivan como pueden. Entonces, ¿por qué está tan presente?. No lo entiendo.

Sed felices, aún a pesar de mi blog pesimista de hoy. Nunca cejeis en ese intento.

Mistery.