24 marzo, 2006

Salvajismo futbolero

Lo vivido ayer en el Manzanares no puede ser interpretado como un incidente aislado. Es más. Si se justificase lo ocurrido a partir de dos penalties y un gol concedido estaríamos dando pie a la crucifixión del árbitro, del equipo rival o del jugador local incompetente.

El otro día un jugador quiso abandonar el terreno de juego porque se sintió ofendido a partir de insultos hacia su raza. Las dos posturas extremas me parecen cercanas al absurdo. Los que quieren ver racismo y xenofobia en eso se equivocan. La sociedad es mucha más racista en las caras o en los gestos con los que miran o esquivan a las gentes que son distintas a ellos que en un grito simiesco. Los que justifican lo sucedido basándose en que insultos a árbitros o jugadores contrarios se usan de contínuo y no pasa nada, realmente lo que indican es que avalan ese propio insulto.

El otro día, mi adorado Racing jugó en ese mismo estadio Manzanares. Un jugador, de fama digamos más que polémica, pasó por el trago de ser insultado, solicitado su linchamiento, objeto de lanzamiento de cosas y tuvo que aguantarlo. ¿Por qué?, simplemente porque " es así, el fútbol es así".

Y yo digo que no. Que la deriva es pésima. Que en Argentina por ejemplo antes ir al fútbol era un acto familiar y ahora las personas no extremistas tienen miedo a ir, que en Italia no hace mucho tiraron UNA MOTO! por las gradas atacando a los hinchas del equipo contrario, que ayer pudieron partir la cabeza a un portero y que no tardará en llegar el día en que volvamos a ver muertos en las canchas.

Yo ya no se si es el fútbol en sí mismo o la sociedad, pero cada día me siento menos identificado con un deporte con el que (señoras aparte, claro) he pasado los mejores momentos de mi vida.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento.

Mistery.