27 enero, 2006

tenistas en la sombra

Hoy tocan noticias deportivas, tenis, para ser más exactos.

Por un lado mi tristeza es infinita pues mi Maria Sharapova a la que nunca terminaré de mirar no se si por lo alta que es o por la admiración que siento por su ‘juego’ ha sido eliminada en semifinales. No es mal sitio para caer, que así tiene la chica el fin de semana libre.
Pero por otro lado hay un jugador nuevo de tenis que levanta pasiones. Un chipriota que se llama Bahgdatis o algo así.
El muchacho ha llegado a la final y se ha convertido como no podía ser de otra forma en el ídolo de masas de Chipre. La gente se para en la calle para ver sus partidos y todo el mundo, tal y como hacemos aquí con Alonso por ejemplo, se congratula de los éxitos de su compatriota.
El que más se alegra es el presidente de la república, Papadopoulos, que cita como uno de los elementos claves del éxito del tensita el hecho de que él, personalmente, le eximiese del deber de hacer el servicio militar.
Claramente, durante el partido de semifinales contra Nabaldian, en tal Bahgdatis ganó dos voleas que cualquier militar de este mundo habría fallado irremediablemente y esa y no otra fue la clave del triunfo, mucho más allá que las horas de entrenamiento o el talento natural que el chico pueda tener.
Menos mal que detrás de cualquier éxito hay siempre un político dispuesto a apuntarse el tanto. Si no, nunca nos enteraríamos de lo importantes que son.

Sed felices, nunca cejeis en ese intento

Mistery